Hay cosas que pueden parecer incompatibles y no lo son. Las revistas de diseño son casi siempre vanidosas, un súper continente ególatra de huecas performances, una apología abstracta que sólo sirve para gastar pasta de celulosa, esto es, arrasar árboles.¡ pobres árboles! en un lenguaje hermético, como una secta o una manada de “ñus”... así son efímeras (Paliativo: que también la destrucción tiene su particular poética de ruína)
Wallpaper es una muy “british” excepción que celebra su décimo aniversario y para celebrarlo ha encargado su portada a Ben Langlands y Nikki Bell, como suele hacerlo habitualmente con un puñado de reputados artistas. Vanguardia en estado puro, lo último del diseño industrial, la arquitectura, la gráfica y las disciplinas creativas que cambian el mundo en este “papel de pared”.
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